Los garabatos, tan subestimados y desvalorados, posibilitan el desarrollo de la creatividad y de la concentración. Se dice que el origen de la escritura fueron garabatos. En cuantas ocasiones hemos hecho garabatos mientras hablamos por teléfono, mientras escuchamos una clase o cuando esperamos que nos atienda el doctor. Esos garabatos imperceptibles están en todas partes. Tal vez sea el momento de que les prestemos atención y veamos qué tienen para ofrecernos. Les dejo un garabato de Kurt Vonnegut, uno de mis escritores favoritos.
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